¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DEL CORAZÓN EN LA BIBLIA?
El término corazón en la Biblia está relacionado con nuestros sentimientos, actitudes, la fe, las motivaciones y las emociones humanas.
En ese sentido podemos afirmar que cuando la Biblia habla del corazón, en la mayoría de los casos, no se refiere al órgano físico que conocemos como corazón, sino que este término tiene otra connotación.
El corazón es el interior de una persona e incluye, lo que piensa, lo que siente, sus razonamientos, lo que lo motiva a actuar, sus deseos, sus metas y todo los que mueve a esa persona como sus valores e intenciones.
TEXTOS BÍBLICOS QUE NOS AYUDAN A ENTENDER EL SIGNIFICADO DEL CORAZÓN
EL CORAZÓN COMO CENTRO O MEDIO DE ALGO
En la Biblia el vocablo corazón se emplea para referirse al centro o medio de algo, por ejemplo en Ezequiel 27: 25-27, y Mateo 12:40.
En este caso, el corazón viene a ser el centro de la personalidad de un individuo, el centro de lo que es como persona, están incluídas, su manera de pensar, sus motivos, deseos y todo lo relacionado a su personalidad.
Por que se considera el centro de lo que somos, porque de acuerdo a lo que somos actuaremos, pensaremos y sentiremos, entonces es lo que somos interiormente y lo que nos impulsa a actuar.
EL CORAZÓN BÍBLICO INCLUYE NUESTROS SENTIMIENTOS
El corazón en la Biblia también esta relacionado con nuestros sentimientos que pueden ser de gozo, de tristeza o melancolía. Textos bíblicos que prueban este significado: 1Reyes 8:66, Nehemías 2:2, Levítico 19:17, Salmo 105:25, 1 Timoteo 1:5, 1 Pedro 1:22.
Los sentimientos son una parte del corazón figurativo, mediante nuestros sentimientos expresamos como nos sentimos en nuestro interior, y esto se manifiesta exteriormente.
Es muy común que las personas puedan percibir nuestro estado de ánimo por nuestras expresiones o manera de actuar, quizás si nos ven tristes, nos pregunten incluso ¿por qué estamos tristes? y así por el estilo con respecto a otros sentimientos o emociones.
EL CORAZÓN Y LAS ACTITUDES
El corazón figurativo tiene que ver con nuestra disposición, nuestra actitud que puede ser altanera o orgullosa, modesta o humilde, los textos bíblicos que sustentan esta conclusión son: Proverbios 16:5, Mateo 11:29.
Son las actitudes, las que nos motivan a actuar, por ejemplo quizás recordemos que el faraón de Egipto no hizo caso a Dios cuando le ordenó que deje salir a su pueblo.
La Biblia explica la razón por la que el faraón no escucho, y lo describe como que el corazón de faraón se hizo terco o altivo, por este motivo ponía una total resistencia a la voluntad divina.
En el caso de nuestro señor Jesucristo, notamos una actitud muy distinta, a pesar de ser un personaje muy poderoso en los cielos, era modesto y humilde, al punto que en una ocasión le lavó los pies a sus discípulos, labor que realizaba el esclavo de menor rango de una casa.
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