Comentarios del capítulo 1 del libro a los Romanos
En el capítulo 1 del libro bíblico a los Romanos, o a los cristianos de Roma, el apóstol Pablo, inicia el capítulo reconociéndose como esclavo del señor Jesucristo y separado para predicar las buenas nuevas del reino de Dios a las naciones, el apóstyol destaca que la prueba irrefutable de que es el hijo de Dios es su resurrección de entre los muertos.
Pablo encomia la fe de los cristianos de Roma, al reconocer que se habla muy bien de la fe de ellos en todas partes, pero a pesar de ello el apóstol ora continuamente por ellos y desea visitarlos para compartir información espiritual con ellos y edificarse mutuamente en sentido espiritual.
Pablo se reconoce deudor de toda clase de persona en el sentido de que tiene un vivo interés por compartir con ellos las buenas nuevas del reino de Dios.
Otro asunto que destaca el apóstol Pablo, es el relacionado a la existencia de Dios, destaca que la existencia de Dios se encuentra claramente establecida por la creación existente, y razona que es inexcusable negar su existencia ante el enorme caudal de evidencias y pruebas de la existencia de un creador divino y todopoderoso.
El apóstol Pablo por otra parte, califica de necios a las personas que creen que al ser supremo se le puede representar por imágenes humanas, aves, cuadrúpedos o animales que se arrastran.
En este capítulo el apóstol Pablo condena duramente practicas como el lesbianismo y la homosexualidad, manifestando que estas personas se encuentran en un estado mental desaprobado, es decir desaprobados por Dios, luego enumera una serie de prácticas que constituyen todo tipo de injusticias y maldades que Jehová Dios condena, es más los que practican tales cosas se les califica como merecedores de muerte.
Culmina este capítulo, señalando que muchas personas practican todo tipo de maldades y las consienten no por ignorancia, sino con pleno conocimiento.
Enseñanzas del capítulo 1 de Romanos
Que podemos aprender de este capítulo 1 de Romanos, primero que el cristianos es un esclavo del señor Jesucristo, si es un cristiano verdadero, por lo tanto debe estar vivamente interesado en hablar con otras personas de las buenas nuevas del Reino de Dios, esta debe ser una de las actividades primordiales de su vida, ayudar también a otros cristianos compartiendo información edificante y consoladora de la Palabra de Dios. Debe estar asimismo interesado, en orar frecuentemente por sus hermanos en la fe y ayudarlos de toda manera posible.
El cristiano verdadero tiene fe en la resurrección de Jesús, por lo tanto, cree en la resurrección de los muertos, y no copia el pensar de personas que niegan la existencia divina a pesar de toda las pruebas irrefutables de su existencia evidentes en la creación.
Como el apóstol tenemos que estar consientes, que tenemos que odiar prácticas inmorales como el lesbianismo y la homosexualidad, que son formas de fornicación, asimismo debemos evitar involucrarnos en toda forma de injusticia, iniquidad, codicia y maldad. No queremos seguir el derrotero de persona desaprobadas por Dios, y menos aún de personas que conociendo los justos decretos de Dios desobedecen y consienten y aprueban conductas inicuas ganándose la desaprobación divina.
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