En la actualidad no es fácil demostrar aprecio por las cosas espirituales, pues existen muchas cosas que pueden distraernos. Pensemos en los cristianos del primer siglo,
vivían en un mundo judeo romano, que era muy llamativo, brillante y poderoso. Por eso existía el peligro de que se rindieran y por buscar cosas materiales, profesiones, poder o influencia, se distrajeran y perdieran la magnífica oportunidad de gobernar con Cristo Jesús en los cielos, pues a ellos les esperaba una resurrección celestial, donde tendría incluso el privilegio inmerecido de ver a Jehová el Dios Altísimo en su excelsa morada celestial.Por eso el apóstol Pedro los exhorto en 1º Pedro 1: 13, que dice: "Por lo tanto, fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio; pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes en la revelación de Jesucristo." En ese sentido que es lo que el apóstol quiso decir con fortificar su mente, para entenderlo, podemos ilustrar la mente con un camino y el corazón con un depósito, en ese sentido, se tiene que utilizar el camino para llenar el depósito de cosas valiosas o de cosas inservibles. Por eso, los cristianos del primer siglo al estar expuestos a ser seducidos o presionados para que se amolden al modo de vivir de personas que no adoraban a Dios, necesitaban, no sólo leer la Biblia regularmente, sino también evitar la manera de pensar de las personas que los rodeaban que podían influenciarlos negativamente.
vivían en un mundo judeo romano, que era muy llamativo, brillante y poderoso. Por eso existía el peligro de que se rindieran y por buscar cosas materiales, profesiones, poder o influencia, se distrajeran y perdieran la magnífica oportunidad de gobernar con Cristo Jesús en los cielos, pues a ellos les esperaba una resurrección celestial, donde tendría incluso el privilegio inmerecido de ver a Jehová el Dios Altísimo en su excelsa morada celestial.Por eso el apóstol Pedro los exhorto en 1º Pedro 1: 13, que dice: "Por lo tanto, fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio; pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes en la revelación de Jesucristo." En ese sentido que es lo que el apóstol quiso decir con fortificar su mente, para entenderlo, podemos ilustrar la mente con un camino y el corazón con un depósito, en ese sentido, se tiene que utilizar el camino para llenar el depósito de cosas valiosas o de cosas inservibles. Por eso, los cristianos del primer siglo al estar expuestos a ser seducidos o presionados para que se amolden al modo de vivir de personas que no adoraban a Dios, necesitaban, no sólo leer la Biblia regularmente, sino también evitar la manera de pensar de las personas que los rodeaban que podían influenciarlos negativamente.
El apóstol Pedro les recordó amorosamente a los profetas de la antiguedad, como por ejemplo David, Abrahán, Moisés, y probablemente recordó a personas que no mostraron aprecio como Esaú, quien vendio su derecho de primogenitura por un plato de lenteja, es decir perdio el privilegio de ser un antepasado del Señor Jesucristo. Para reforzar aún más, sus argumentos el apóstol Pedro que los ángeles estaban profundamente interesados en lo que Dios les había revelado a los cristianos. Adicionalmente les mostró lo mucho que se les había bendecido, se les había comprado con la sangre de Jesucristo, habían nacido de semilla incorruptible, eran una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa tal como dice 1º Pedro 2: 9, "Pero ustedes son una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa." Debían por lo tanto, recordar que eran residentes forasteros en un mundo impío, personas que disfrutaban de gran misericordia de parte de Dios.
Hoy aquel mundo ya no existe, es sólo un recuerdo, sin embargo la exhortación del apóstol Pedro es valiosa para los cristianos de nuestro tiempo, pues vivimos en un mundo impío que nos atrae mediante tentaciones o presiones, por lo que no debemos descuidar el alimentarnos a diario de la Palabra e Dios la Biblia leyéndola, para evitar que el materialismo, la corrupción, la inmoralidad nos aplasten, tenemos que desarrollar el anhelo por la leche no adulterada de la palabra tal como dice 1º Pedro 2: 2, "y, como criaturas recién nacidas, desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella crezcan a la salvación."
No olvidemos se siega lo que se siembra, si sembramos amor por las cosas materiales, amor por un hombre o una mujer, por carreras profesionales y dejamos a Jehová, segaremos destrucción y muerte, pero si ponemos al servicio de Jehová en primer lugar en nuestra vida, segaremos vida eterna en un paraíso terrenal.
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